La publicidad en el Metro representa una de las formas más inteligentes y efectivas de conectar con el público urbano. Con millones de pasajeros semanales, el metro se convierte en un escaparate constante y de alto impacto para todo tipo de negocios, especialmente para los que buscan visibilidad sin asumir grandes costes.

Cada viaje en metro ofrece un entorno cerrado donde los usuarios, durante trayectos medios de entre 20 y 40 minutos, están expuestos de forma directa y sostenida a los mensajes publicitarios. Este tiempo prolongado de permanencia favorece una mayor retención del mensaje y una conexión más profunda con la marca.

Además, los formatos como los mupis permiten una presencia visual elegante, bien iluminada y en ubicaciones clave de gran afluencia. Es una solución que, frente a otros medios, ofrece una excelente relación coste-impacto, especialmente en campañas locales o geográficamente segmentadas.

La repetición diaria del trayecto multiplica la frecuencia de exposición, convirtiendo el metro en un canal perfecto para generar recuerdo de marca y fomentar la acción. A esto se suma la posibilidad de diseñar campañas creativas que acompañen el recorrido del usuario desde el andén hasta el vagón.

La publicidad en metro no interrumpe: acompaña. Está integrada de forma natural en el espacio y aprovecha la atención plena de un usuario con tiempo para mirar, leer y recordar. Por eso, para las marcas que quieren estar presentes en la vida real de las personas, este medio es más que un soporte: es una oportunidad en movimiento.